Así combate Bogotá el acoso en obras: capacitaciones y empatía para frenar la violencia contra mujeres

En el marco del programa “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa”, la capital colombiana ha tomado medidas concretas para prevenir el acoso en los frentes de obra, buscando crear entornos seguros para las mujeres que transitan y laboran en estos espacios. Esta iniciativa, parte de un plan piloto coordinado entre la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá (SDMujer) y la Empresa Metro de Bogotá (EMB), arrancó durante noviembre de 2025 con dos jornadas clave de sensibilización y capacitación dirigidas al personal de la estación 16 de la Línea 1 del Metro, ubicada en la avenida Caracas con calle 72.

La primera sesión, que se efectuó el 14 de noviembre, se centró en definir y debatir conceptos fundamentales sobre el acoso laboral y sexual, así como en difundir las rutas de atención existentes en Bogotá. Los asistentes participaron en una actividad didáctica que propició la construcción de historietas. A través de estas narraciones, se recrearon situaciones reales ocurridas en el espacio público, permitiendo que los participantes identificaran conductas de acoso, el papel de los testigos y formas efectivas de proteger a las mujeres. De acuerdo con lo reportado por la SDMujer, el ejercicio evidenció un fuerte sentido de sensibilidad y compromiso en el grupo, reflejando el impacto que puede tener la pedagogía en la transformación de actitudes.

Una semana después, el 21 de noviembre, la segunda jornada profundizó en la visibilización del acoso sexual callejero a través de dinámicas lúdicas y ejercicios prácticos. Los trabajadores y trabajadoras reflexionaron sobre el impacto cotidiano de estas situaciones en los espacios públicos de la ciudad. Durante la actividad, varios asistentes compartieron experiencias propias como testigos de acoso, lo que abrió un espacio de discusión empática y permitió comprender con mayor profundidad las emociones de las mujeres afectadas.

En esta sesión también se incluyó una actividad de acercamiento interpersonal, orientada a identificar cómo gestos o comportamientos catalogados habitualmente como “coquetos” pueden ser percibidos como invasivos o incómodos. Los 34 participantes –30 operarios y cuatro miembros administrativos– mostraron disposición a evaluar sus propias conductas y coincidieron en la importancia de revisar prácticas normalizadas que pueden vulnerar a las mujeres.

La Secretaría Distrital de la Mujer enfatizó en la necesidad de desaprender conductas arraigadas socialmente que podrían interpretarse como insinuaciones no deseadas y destacó la relevancia de no permanecer indiferente ante actos de acoso sexual callejero. Asimismo, insistió en fomentar una cultura fundamentada en la empatía, el respeto mutuo y el cuidado colectivo, elementos que se consideran esenciales para avanzar hacia ambientes laborales igualitarios y libres de violencia.

Ambas jornadas representan un avance significativo en la construcción de espacios laborales más seguros y reafirmaron el compromiso institucional con la protección y el bienestar de quienes laboran o transitan por los frentes de obra en Bogotá. Hasta la fecha, dentro de este convenio, se han realizado 285 capacitaciones sobre código de conducta y prevención de violencias, así como 32 encuentros de MujerEs Metro y un piloto específico de prevención del acoso callejero en entornos de obra, de acuerdo con la información de la SDMujer y la EMB.

¿Qué significa “acoso sexual callejero” y por qué es importante reconocerlo en el ámbito laboral?

El acoso sexual callejero se refiere a conductas no consentidas que buscan intimidar, incomodar o menoscabar la dignidad de una persona en espacios públicos. Reconocerlo en el entorno laboral resulta fundamental, ya que tanto el espacio público como el laboral pueden solaparse, especialmente en grandes obras de infraestructura donde transitan y trabajan muchas personas. Combatir estas conductas contribuye a la creación de entornos más seguros e inclusivos.

En el contexto de Bogotá y según lo señalado por la Secretaría Distrital de la Mujer, visibilizar el acoso sexual callejero y establecer rutas claras de atención y prevención es una herramienta clave para que las mujeres se sientan respaldadas y protegidas, además de sensibilizar al resto de la población sobre la importancia de actuar frente a estas situaciones.