BibloRed entrega 10.000 recursos culturales y juegos de mesa para transformar las bibliotecas de Bogotá

En el marco del programa "Bogotá, mi Ciudad, mi Casa", la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed) distribuirá entre el 16 y el 19 de diciembre un total de 10.000 recursos culturales en las bibliotecas públicas de la ciudad. Esta iniciativa se alinea con la política pública LEO, cuyo objetivo principal es fortalecer los hábitos de lectura y la conexión de los ciudadanos con su patrimonio cultural e identitario. Una de las apuestas destacadas de esta entrega es la inclusión de 2.000 ejemplares dirigidos específicamente a la colección infantil, subrayando la importancia de incentivar la curiosidad y el gusto por la lectura desde las primeras etapas de la vida.

Por otro lado, el programa tiene en cuenta la diversidad de intereses culturales de la comunidad, incorporando más de 100 ejemplares de material audiovisual enfocado en cine de autor. La colección seleccionada incluye obras esenciales de cineastas reconocidos internacionalmente, como Nagisa Oshima, Pier Paolo Pasolini y Andrei Tarkovsky, propuestas que buscan enriquecer el panorama cultural de los usuarios y abrir nuevas perspectivas sobre el mundo a través del séptimo arte. Según información publicada en bogota.gov.co, estos recursos refuerzan el compromiso institucional con el acceso a la educación y el desarrollo cultural.

El esfuerzo de BibloRed también se extiende a espacios lúdicos y participativos con la llegada de 45 juegos de mesa, seleccionados para adaptarse a diferentes edades y preferencias. Entre los títulos destacados figura “¡Sushi Go!”, un dinámico juego de cartas que integra la estrategia y fomenta tanto la diversión como el desarrollo del pensamiento crítico. Adecuado para todos los públicos, promueve la interacción familiar y la sana competencia, enriqueciendo las actividades en el hogar.

Otro ejemplo relevante es “Gira y come dim sum”, una propuesta interactiva que conjuga azar y destreza, permitiendo a los participantes vivir una experiencia culinaria a través del juego. Este enfoque lúdico permite que las familias compartan momentos participativos, fortaleciendo tanto la cooperación como la creatividad.

De igual manera, el juego “Emostories” sobresale por su aporte educativo, pues facilita la exploración de las emociones en un ambiente seguro y divertido. A través de la narración de historias, los miembros del hogar pueden compartir sentimientos y aprender a expresar sus emociones, promoviendo la empatía y la comunicación abierta. Con la incorporación de estos 45 juegos de mesa en las bibliotecas, BibloRed proporciona herramientas que enriquecen el tiempo libre de las familias, estimulando valores esenciales como la colaboración, la resolución de problemas y el disfrute grupal.

En suma, la distribución de materiales bibliográficos, audiovisuales y lúdicos apunta a transformar a las bibliotecas en espacios vivos y multifacéticos, en donde la lectura, el arte y el juego se convierten en aliados para el desarrollo integral y la creación de vínculos sólidos entre la comunidad. Esta iniciativa refuerza la visión de las bibliotecas públicas como centros culturales abiertos e inclusivos, contribuyendo tanto a la formación educativa como al bienestar social. ¿De qué otra manera se puede fomentar la participación de la comunidad en las actividades culturales de las bibliotecas?

Esta pregunta adquiere relevancia al reconocer que las bibliotecas tienen un potencial transformador que va más allá del préstamo de libros. Involucrar activamente a las familias, jóvenes y niños en iniciativas participativas amplía el acceso a recursos diversos, facilita la apropiación de los espacios públicos y fortalece la identidad cultural.

Explorar nuevas estrategias para atraer la participación comunitaria implica considerar actividades como clubes de lectura, talleres creativos, encuentros audiovisuales y proyecciones cinematográficas. La experiencia integral que proponen las bibliotecas, integrando literatura, expresión artística y diversión, puede consolidar el sentido de pertenencia y el valor social de estos espacios para las próximas generaciones.