Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Gustavo Arbelaez   Ago 22, 2023 - 4:33 pm
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La exposición a la contaminación del aire, como la que atraviesa Bogotá, durante las primeras etapas de la vida se asocia con una alteración del desarrollo del cerebro, así lo indica un estudio publicado en la revista Environmental Pollution, donde destaca cómola exposición a contaminantes atmosféricos desde el periodo prenatal hasta los primeros años de vida puede impactar la conectividad estructural del cerebro en la preadolescencia.

El estudio fue liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y respaldado por la Fundación ‘la Caixa’, titulado ‘Contaminación del aire, microestructura de la sustancia blanca y volúmenes cerebrales: períodos de susceptibilidad desde el embarazo hasta la preadolescencia’. La investigación resalta la relación entre la exposición a contaminantes atmosféricos durante la gestación y los primeros años de vida, y su impacto en la conectividad estructural del cerebro en la preadolescencia.

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La investigación, que destaca el papel crucial de los primeros años de vida en la formación cerebral, encuentra que la exposición a la contaminación atmosférica puede alterar la conectividad estructural del cerebro en la preadolescencia. Específicamente, el estudio revela que los cambios más significativos ocurren cuando la exposición a la contaminación se produce en los cinco primeros años de vida de lo niños.

La conectividad estructural del cerebro, determinada por la presencia de fibras que conectan diversas regiones cerebrales, es un indicador clave del desarrollo cerebral típico. Alteraciones en esta microestructura han sido asociadas con trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y los trastornos del espectro autista.

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El estudio también identificó una conexión entre la exposición a partículas PM2,5, una forma de contaminación atmosférica, y el volumen del putamen, una estructura cerebral vinculada a la función motora y procesos de aprendizaje, entre otras funciones. Sorprendentemente, se encontró que una mayor exposición a las PM2,5, especialmente durante los dos primeros años de vida, se correlaciona con un aumento en el volumen del putamen.

Anne-Claire Binter, investigadora de ISGlobal y autora principal del estudio, comenta que “un putamen de mayor tamaño ha sido vinculado con trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, los trastornos del espectro autista y los trastornos obsesivo-compulsivos”. Estos resultados subrayan la necesidad de una mayor conciencia sobre los impactos de la contaminación atmosférica en el desarrollo cerebral temprano y respaldan la importancia de medidas de control para salvaguardar la salud cerebral de las generaciones futuras.

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“El estudio resulta novedoso porque identifica los periodos de susceptibilidad a la contaminación atmosférica” indicó Binter. “Una de las grandes conclusiones del estudio”, señala Binter, “es que el cerebro es especialmente vulnerable a la contaminación atmosférica no solo durante el embarazo, como se ha señalado en estudios anteriores, sino también durante la infancia”.

Este estudio, que une las esferas de la salud ambiental y el desarrollo cerebral, destaca la importancia de una acción temprana y concertada para reducir la exposición a contaminantes atmosféricos y proteger la salud neurológica de los más jóvenes. Con un enfoque en los primeros años de vida como período crítico, la investigación ofrece una comprensión más profunda de cómo la calidad del aire puede moldear el desarrollo cerebral y destaca la urgencia de medidas preventivas.

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Medidas para protegerse de la contaminación atmosférica

  • Crear entornos seguros: evitar la exposición directa a fuentes de contaminación, como el tráfico intenso, es esencial. Elegir áreas residenciales con menos congestión vehicular y vegetación puede reducir la exposición de los niños a los contaminantes.
  • Monitoreo de la calidad del aire: utilizar aplicaciones y sitios web que proporcionen información en tiempo real sobre la calidad del aire en su área local. Evitar actividades al aire libre cuando los niveles de contaminación sean altos puede reducir la exposición. Estados Unidos monitorea la polución desde el espacio.
  • Ventilación en interiores: mantener un ambiente limpio en el hogar es clave. Usar purificadores de aire y asegurarse de que los espacios estén bien ventilados ayuda a reducir la concentración de contaminantes en el aire interior.
  • Elegir momentos estratégicos: Planificar actividades al aire libre en momentos del día cuando la contaminación es menor, como en las primeras horas de la mañana o después del atardecer.
  • Uso de máscaras: si vive en áreas altamente contaminadas, considere el uso de máscaras faciales diseñadas para bloquear partículas finas y contaminantes.
  • Promover transporte sostenible: optar por caminar, andar en bicicleta o utilizar transporte público reduce la exposición a la contaminación del aire, además de contribuir a la reducción de emisiones.

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