Se trata de un módulo en el manubrio de la bicicleta, que se comunica a través de wifi, recibe la orden del ciclista y enciende las luces led en el casco, lo que permitirá comunicarse con los otros conductores de la vía, y en lo posible, disminuir accidentes. Además, se puede adaptar a cualquier tipo de casco.

Michael Paredes, diseñador de este proyecto, explicó: “Decidimos concentrarnos en el diseño de este sistema de luces para el casco, debido a que existe una ley que obliga a usarlo, además de que su emplazamiento resulta mucho más práctico”.

Agregó que está inspirado en el sistema de luces posteriores que usan los carros de Fórmula 1. Eso significa que tiene un “diseño trapezoidal de la luz principal correspondiente al freno en la que uno de sus lados es más ancho que los demás”, además de “un juego de direccionales que emulan dos flechas”, envían una respuesta intuitiva a cualquier persona.

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“La iluminación del sistema emplea un mecanismo conocido como ‘Ojo de ángel’, de tal manera que los leds alumbren un acrílico traslúcido al que se la ha practicado una serie de cortes para optimizar el sistema de reflexión”, precisó Andrés Olaya, participante del proyecto de la Universidad Nacional.

Adicionalmente, “en la parte posterior, el sistema trae unas bandas de velcro que pueden parecer los agujeros de ventilación de los cascos”, señaló Jhony Cepeda, también diseñador de este dispositivo.

Casco
Dispositivo para casco / Universidad Nacional

Los desarrolladores dicen que el sistema “está empotrado en una carcaza elaborada con tecnología de impresión 3D, a partir de un material conocido como ABS, un tipo de polímero usado con frecuencia por la industria automotriz para fabricar parachoques, gracias a su maleabilidad y gran resistencia a los impactos”.

El juego está conformado por cuatro luces tipo LED. Una para el módulo del freno y tres para cada una de las dos direccionales, y es alimentado por una batería de litio, similar a la que usa cualquier teléfono celular, que puede garantizar tres horas de uso continuo y un sistema de recarga adaptable a cualquier tomacorriente o puerto USB.

Para garantizar la seguridad y máxima eficiencia del sistema en caso de que se agote la batería, el juego de luces también dispone de material reflectivo en la parte posterior para de preservar la visibilidad ante los demás conductores.

“Creemos que a medida que optimicemos el prototipo y ajustemos el tamaño de la placa se podrá prolongar a cinco o seis horas el tiempo de la batería por cada recarga”, agrega.

El peso actual del modelo está estimado en 400 gramos, que también resultará cómodo para los ciclistas urbanos, y su costo se estima entre los 80 mil y los 100 mil pesos.