La cosa podría empeorar para Samsung, según las declaraciones de Pamela Gilbert, la antigua directora ejecutiva de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC), que aseguró que la compañía podría verse obligada a tomar medidas con la segunda tanda de sus teléfonos.

Después del incidente provocado en un avión por un Note 7 reemplazado, tanto la Administración Federal de Aviación (FAA) como la agencia de consumo estadounidense iniciaron una investigación en detalle, entre otras cosas, porque este no es el primer registro de un teléfono de los cambiados que explota, afirma Bloomberg.

El mes pasado, el gobierno de Estados Unidos solicitó retirar todos los dispositivos, y la CPS hizo un llamado a todas las personas propietarias del dispositivo a que lo apagaran y dejaran de cargarlo para evitar nuevos accidentes.

Sin embargo, se cree que las autoridades estadounidenses volverán a actuar de la misma manera para prevenir otros incidentes con la nueva (y fallida) versión.

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