Dentro del relativismo moral, no existe una única verdad, ni una única historia, por ello se dice que cada estamento, organización, grupo o persona tienen su verdad y su historia, de acuerdo a las conveniencias, lo que es una aberración, porque tanto la verdad como la historia son únicas.

Pero existen manipulaciones, acomodamientos, subterfugios, imposturas, mentiras, verdades a medias y comentarios sesgados sobre los dos temas mencionados, pero estos seguirán siendo únicos y con el tiempo queda demostrada su autenticidad.

Lo anterior a propósito de los acuerdos entre el gobierno y las Farc, sobre el fin del conflicto político militar de más de 52 años, en que la narcoguerrilla va a narrar la historia contando con medios de comunicación que le facilitará el Estado cuando se convierta en partido político.

Pero lo primero que se debe saber al relatar la historia es: ¿Quién la cuenta? ¿Cuál ideología profesa el que la cuenta? y ¿Qué busca? Porque de la misma forma los seguidores del nazismo podrían hacer su contrarelato de la segunda guerra mundial y de lo que significo Hitler para la humanidad.

Entonces hay que asumir que si los cabecillas de las Farc van a exponer la historia de la violencia ocurrida durante más de 5 décadas, es bueno advertir que por ser seguidores de la doctrina marxista-leninista, su historia nunca puede estar ceñida a la verdad, porque como lo afirmaba el sátrapa de Lenin “la verdad es un prejuicio burgués y a base de mentiras se puede construir una verdad”.

Así la tergiversación y manipulación que pretenden hacer los comunistas totalitarios con la historia será una misión imposible, ya que la batalla ideológica no es una fortaleza de los comunistas, y por eso siempre eluden el debate al estar inmersos en la andrómina.

Ni la historia ni la verdad se pueden exponer, sin que se cuente con elementos reales para el discernimiento, así se tengan muchos medios, y por ello sin temor a ser desmentidos, hay que precisar que la única responsable de la génesis del conflicto en Colombia, fue la doctrina marxista-leninista con la creación de grupos armados como las Farc y el Eln para la toma del poder, usando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, patrocinadas por el gobierno comunista de Cuba en donde Fidel Castro como sirviente del Kremlin, ayudó a constituir 26 bandas guerrilleras en 13 países de Latinoamérica en la década de los sesenta del siglo XX, siguiendo las órdenes de la URSS, la cual por boca de su mandatario Nikita Kruschev en febrero de 1961 afirmó que “su país apoyaría todos los movimientos de liberación en cualquier parte de la tierra” ello por la guerra fría, que enfrentaba con EE. UU.

También es una absoluta falsedad decir que por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, surgieron las guerrillas marxistas, pues lo que hicieron los comunista fue reciclar parte de la violencia bipartidista de mediados del siglo pasado varios años después del asesinato del caudillo liberal, y posterior a la firma del acuerdo entre liberales y conservadores que condujo al Frente Nacional, advirtiendo que los marxistas no solo asaltan la memoria de los grandes próceres de la independencia de Latinoamérica, sino que también utilizan fechas trágicas y confusas como las del 9 abril, o la del 19 de abril de 1970, para montar su tinglado de artificios buscando embaucar a los pueblos, y por ello se creó el M-19, que fue un desprendimiento de las Farc que infiltró a la ANAPO (Alianza Nacional Popular) con Jaime Bateman que era un marxista recalcitrante, y que lo único que cambiaba era la táctica, pues su estrategia comunista seguía siendo la misma, para la toma del poder.

Una de las frases que pronunció Jesús de Nazaret cuando se encontraba en el mundo fue: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” demostrándose desde esa época que la mentira tiene un carácter diabólico para oprimir y esclavizar a los pueblos, y en los tiempos actuales conociendo lo que ha sido para la humanidad la secta marxista-leninista, la cual es seguida por las Farc y el Eln, cuyos principios se fundamentan en la mentira y la violencia, se puede afirmar que el comunismo totalitario como padre del odio, no puede aparecer bajo ninguna circunstancia contando la verdadera historia de la violencia en Colombia de los últimos 52 años.

Por lo tanto no se puede hablar de postverdades, ni del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta refundir la verdad con las posturas maquiavélicas del marxismo, pero lo importante es saber de dónde viene la narración, para hacer un juicio, subrayando que por ser el marxismo enemigo de la razón, en el no puede haber verdad, ya que desconoce la lógica, la ética y la moral humanista.

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