Mánchester es azul

Un manojo de tristezas, que nos depara a un final aterrorizante. Tan humano, tan cercano y tan cierto.

En un lugar donde caben perfectamente las escenas tristes como también, el humor ácido.

Podría verse como lenta y con matices negativos. Estos son factores son obligatorios y útiles.

En los que nos damos cuenta que todo es un rompecabezas segmentado para interpretar, lo sentimental y desgarrador este dilema conlleva con muchas variables. En donde entendemos lo que es y fue Lee Chandler, nuestro protagonista.

Punto aparte para Casey Affleck. En una accidental llegada a la producción que descartó a Matt Damon. La interpretación fue magnifica, porque debe hacer ese juego complicado de roles, es decir, que un papel conlleve una múltiple personalidad. Eso fue lo mejor que manejó Casey siendo soberbio.

Sin una fotografía embellecedora, sin planos secuencias, ni tomas espectaculares. Solo es Mánchester y su azul en el mar. Lo que se valora, son la excelsas interpretaciones. Una de ellas, la de Michelle Williams, como Randi o la encrucijada vida de Patrick por Lucas Hedges.

‘Manchester by the sea’, tiene en su mayoría, nominaciones en roles protagónicos y de reparto además de Mejor Guion Original. Tal vez, Casey Affleck es la mayor amenaza de Ryan Gosling (La La Land) para el Premio a Mejor Actor. Al menos, en la riña ambos ganaron en los Globo de Oro, uno en la parte dramática y otro en la comedia, respectivamente.

Sin embargo, como ya se menciona, el juego de roles que hace Cassey lo pone un paso delante sobre Denzel Washington (Fences), siendo la competencia de Gosling. Mientras, en Mejor Guion puede darse su gusto de ganar un Oscar.

Ojalá no pase y terminen como The Martian en 2016, El Lobo de Wall Street en 2014 o Gangs de Nueva York. Películas grandiosas con múltiples nominaciones y sin ningún premio.

Al menos, esperemos Casey le generé una sonrisa a su hermano Ben después del desastre con Batman.