Uno entra al lugar y se siente el  típico ambiente americano de comida rápida; sillas y mesas altas decoradas con tapas metálicas de gaseosa, el color rojo sobresaliendo por todas partes y pantallas gigantes que muestran el delicioso menú de esta cadena. 

Las hamburguesas son un espectáculo.  La carne tiene un sabor muy rico y el pan es tostado, lo que le da un plus enorme, y he escuchado que es horneado en el restaurante. Además, uno mismo se sirve las salsas y los vegetales, los cuales están en una barra de ensaladas que demuestra lo frescos y limpios que son (hay hasta pico de gallo, ¿qué tal?).

La hamburguesa The Hangover me fascinó. No solo porque viene con queso cheddar y tocineta ahumada, que son un ‘must’, sino porque la yema del huevo no es ni muy blanda, ni muy dura, lo que evita que uno se ensucie, sin perder el sabor y la esencia de este ingrediente. 

La carne de 150 gramos es perfecta, pues los ‘toppings’ que trae la hamburguesa la complementan y hacen que sea más que suficiente. Además, cada plato viene con una gran cantidad de papas en casco (u otro acompañamiento) y es imposible comerlas todas porque uno queda lleno sí o sí, no hay pierde con eso. 

Por su parte, la atención del personal es increíble. Muy amablemente los meseros preguntan cómo está la comida y si desea que le hagan refill de su bebida. Dígame en qué restaurante de comida rápida pasa eso.

Lo único negativo es que el baño queda literalmente al lado de las mesas, lo cual, por obvias razones, no es muy atractivo. Aún así, recomiendo este lugar a ojo cerrado. Quedé antojada de los nachos, se veían monstruosos. Seguro volveré por ellos.

The Hangover: 9/10

Presupuesto: 30.000 pesos

TASTY BOGOTÁ

LO ÚLTIMO