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Luego de un mes de luchar por su vida, en la noche de este martes falleció Carlos Javier Arias Amaya, de 34 años, quien había sido víctima de una bala perdida luego de un ataque de sicarios perpetrado en un establecimiento comercial del corregimiento de La Mesa, jurisdicción de Valledupar, el pasado 29 de julio.
En aquella ocasión, dos hombres fueron gravemente heridos, cuando varias personas, que departían en un billar, fueron abordadas por sujetos armados sin identificar que abrieron fuego en contra de ellos. Al parecer, Juan Alfredo Niño Trillos, de 31 años, quien también resultó herido en ese hecho, habría respondido con arma de fuego, lo que habría causado un cruce de disparos.
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Según la versión inicial de las autoridades, los sujetos llegaron al lugar y abrieron fuego indiscriminadamente contra las víctimas, causando lesiones de gravedad, en ambas personas que se encontraban departiendo. Sin embargo, días después, Lemis Torres, compañera sentimental de la víctima, proporcionó una versión diferente de los acontecimientos. En Armenia, un hecho similar dejó a un expendedor de drogas en grave estado de salud.
Ante los medios de comunicación, explicó que ella y su esposo habían parado en un puesto de comida después de recoger dinero que les debían. Fue en ese momento que estalló el ataque sicarial. Arias Amaya, preocupado por la seguridad de sus hijos, intentó protegerlos corriendo, pero resultó herido en el abdomen por una bala.
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La herida comprometió múltiples órganos, incluyendo el hígado, el bazo, el páncreas y el estómago. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Arias Amaya finalmente falleció en la Clínica Erasmo de Valledupar.
Familiares del occiso esperan que los responsables paguen por este hecho, mientras esperan que les sea entregado el cuerpo para velarlo, darle el último adiós y ofrecerle cristiana sepultura.
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