La situación del paro de taxistas en Bogotá fue bastante grave en la noche del martes 24 y madrugada del miércoles 25 de octubre, donde hubo bloqueos, trancones y disturbios por parte de los conductores que protestan por los incumplimientos del Gobierno Nacional y el precio de la gasolina.
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El caos fue de tal magnitud que hasta entre los mismos conductores de taxi se pelearon, pues en la madrugada de este miércoles en el sector de la avenida Boyacá con calle 26, hubo una brutal agresión contra un taxista que no se unió a la jornada del paro, ya que iba con su esposa en el vehículo dirigéndose hacia un hospital en el sur de la ciudad, según informó El Tiempo.
El hecho ocurrió sobre las 5:00 de la mañana, cuando el taxi de placas VDS721 fue abordado por otros manifestantes, al no detenerse lo recibieron con piedras y palos. Incluso, los taxistas agarraron al conductor y lo obligaron a bajarse para agredirlo, allí se desató una pelea en plena vía y el vehículo resultó con los vidrios rotos. Además, la mujer del trabajador resultó herida, de acuerdo con el periódico.
“Yo iba para el trabajo, nos atacaron con piedras y palos. Tengo una herida en la cabeza que está que me duele. He sangrado bastante“, dijo Dayana Araújo, esposa del conductor de taxi agredido.
Los ánimos siguieron bien caldeados, el taxista que no se unió al paro tuvo que enfrentarse a puños y dio detalles en el rotativo de lo que pasó: “Como seis manes se me mandaron a pegarnos con piedras y garrotes, a mi esposa le pegaron una piedra en la cabeza. Yo lo único que hice fue defenderme, tengo fractura de nariz, el carro me lo volvieron nada”.
Además, a otro taxista que tampoco participó en la jornada lo golpearon después de chocarle su carro. El hombre persiguió al que lo estrelló y este lo arrastró por varias cuadras, casi como queriéndolo asesinar.
“Los señores taxistas tenían el carro parqueado por el carril derecho, se pasaron de calzada y se me parquearon enfrente. Bajaron al pasajero y me hicieron quedar ahí dañándome el carro”, dijo el otro conductor afectado.
Cuando llegó la Policía Nacional, los taxistas que agredieron a estas personas desaparecieron sorprevisamente, aunque la víctima se pregunta por qué estaban armados con palos y piedras si se supone que la protesta es pacífica.
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