Escrito por:  Redacción Bogotá
Abr 24, 2024 - 3:51 pm

La historia del pueblo de Guatavita y su inmersión para la creación del embalse de Tominé, que es el más grande de Cundinamarca, es uno de los momentos más interesantes del siglo XX.

A mediados de este periodo, Bogotá experimentaba un acelerado crecimiento poblacional que demandaba un mayor suministro de agua potable. El río Bogotá, principal fuente de abastecimiento, se encontraba altamente contaminado, por lo que se buscaron alternativas. En 1957 se concibió el proyecto del embalse de Tominé, una represa que aprovecharía las aguas del río homónimo, afluente del Bogotá, para suplir las necesidades de la creciente ciudad.

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El sitio escogido para la construcción del embalse fue precisamente el municipio de Guatavita, una población con un rico legado histórico y cultural. Se estima que desde el siglo VI d. C., Guatavita fue un importante centro ceremonial para los Muiscas, quienes allí realizaban la famosa ceremonia del Dorado, en la que se arrojaban ofrendas de oro y joyas a la laguna sagrada.

La noticia de la inundación de Guatavita creó conmoción y resistencia entre los pobladores y algunos sectores de la sociedad colombiana. Se argumentaba que la desaparición del pueblo significaba la pérdida de un patrimonio cultural invaluable. Sin embargo, el proyecto avanzó con el argumento de que el progreso y el bienestar de la mayoría primaban sobre la conservación del pasado.

En 1967, las aguas comenzaron a subir progresivamente, inundando las calles, las casas y la iglesia de Guatavita. Los habitantes fueron reubicados en otros municipios cercanos, y el pueblo quedó sepultado bajo las aguas del embalse de Tominé.

Hoy en día, el embalse abastece de agua potable a más de 4.5 millones de personas en Bogotá y sus alrededores.

¿Qué hay en el fondo de la Laguna de Guatavita?

Se estima que en el fondo de la Laguna de Guatavita hay una gran cantidad de oro y joyas, ofrendadas por los Muiscas durante siglos. Algunos expertos creen que la cantidad de oro podría alcanzar varias toneladas. Además del metal, también se cree que hay otros objetos de valor en el fondo de la laguna, como cerámicas, textiles y figuras del mismo material.

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