Lo hizo durante su tradicional discurso de instalación de sesiones ordinarias del Congreso con motivo del Día de la Independencia.
- “La paz que lograremos con la guerrilla -Dios mediante- debemos ambientarla también en nuestros hogares, en nuestros trabajos, aquí mismo en el Congreso, en las calles y en las veredas de Colombia”.
- La paz “se hace en nuestros corazones” al reconocer “el valor del otro” y encontrar “la riqueza que trae la diferencia”.
- “Este es un momento para unirnos, no para dividirnos, en torno al mayor propósito de nuestros tiempos”.
- Destacó que este puede ser el último 20 de julio, Día de la Independencia, en que Colombia tenga que hacer esa conmemoración “en un país en guerra”. E invitó a todos los ciudadanos a que digan “adiós a la guerra, ¡sí a la paz!”.
- Dijo que el período que comienza puede y debe ser el primero en que los legisladores sepan “lo que es vivir y trabajar en un país que recorre optimista el camino de la convivencia”.
- La paz no es de su Gobierno porque “es demasiado grande para tener dueño”.
- “La paz es el anhelo y será la realidad de más de 48 millones de colombianos”.
- Compatriotas “a proteger, a defender, a imaginar, a soñar, a hacer posible el bien supremo de cualquier sociedad, la base fundamental sobre la que podemos levantar un país mejor y más justo: la paz”.
El Congreso dio así inicio a un nuevo año legislativo que estará marcado por la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc tras casi cuatro años de negociaciones y que, previsiblemente, será firmado en los próximos meses.
El mandatario, que también hizo un resumen del año legislativo que terminó hace unas semanas, sostuvo que el país se acostumbró a vivir en “la barbarie de la guerra”, lo que hizo que progresivamente los ciudadanos perdieran “la capacidad de ser compasivos” o de indignarse “con la violencia, de sentir el dolor del otro, de conmovernos con su sufrimiento”.
LO ÚLTIMO