La imagen en la que aparece una virgen con un niño decapitado en sus brazos fue publicada dos días antes de que se celebrara Halloween, o lo que llaman en el país ibérico como la celebración de Todos los Santos. 

El delegado episcopal de Misiones de la Diócesis de Toledo, Fernando Redondo, condenó el hecho y lo cuestionó asegurando que era una “vergüenza” y que esa no era la manera de respetar la libertad religiosa. Por su parte, Emilio Palomo, sacerdote católico de la Archidiócesis de Toledo, también expresó un “profundo dolor” por este acto.

Según la Cadena Ser, el responsable fue identificado como Bendito Sagrado, que trabaja en el restaurante de comida rápida y es el encargado de administrar el lugar. Sagrado pidió disculpas en cuanto la imagen se hizo pública y calificó como desafortunada la idea de uno de los trabajadores. Sin embargo, aseguró que la figura ya estaba deteriorada y que no había sido manipulada voluntariamente.

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