“Tenemos ante nosotros una rara oportunidad de aportar seguridad, estabilidad y paz a esta región”, declaró en el aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, reafirmando además el “vínculo indestructible” entre Estados Unidos e Israel.

Un poco antes, a bordo del Air Force One, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, también señaló que había “una oportunidad de hacer progresar las conversaciones de paz” entre israelíes y palestinos.

El optimismo de la administración Trump en el estancado proceso de paz se debe “al ambiente, las circunstancias en toda la región, es lo que el presidente intenta resaltar en este viaje”, subrayó Tillerson.

“Los países árabes, Israel, Estados Unidos, todos hacemos todos frente a la misma amenaza: el avance del grupo Estado Islámico, de las organizaciones terroristas”, agregó.

“Pienso que eso crea una dinámica diferente”, añadió.

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Interrogado sobre la polémica por las informaciones clasificadas que Trump habría comunicado a responsables rusos sin el aval de Israel, el jefe de la diplomacia estadounidense minimizó su alcance.

“No creo que haya razones para disculparse”, declaró. “Si los israelíes tienen preguntas o pedidos de clarificación, responderemos”, agregó.

Trump indicó que el país es “una tierra rica en historia” y que “ha construido una de las grandes civilizaciones del mundo, una nación próspera” y comprometida con que nunca se repita “el horror del último siglo”, en referencia al Holocausto.

El mandatario se mostró esperanzado en “un futuro en que los vecinos de la región estén en paz, y los niños “crezcan libres de terrorismo y violencia”.

Con AFP y EFE