En el primer día de colegio, el niño, identificado como Montravious Thomas, tuvo una discusión con su docente, Bryant Mosley, y este, en medio de un ataque de ira, lo tiró con tal violencia al suelo que el menor quedó con graves lesiones en su pierna derecha.

Luego del maltrato, ni el profesor (que es especialista en comportamiento) ni las personas que lo presenciaron llevaron al niño al médico, pese a que gritaba de dolor. Por el contrario, el docente lo llevó al bus del colegio para que lo dejaran en su casa.

Ya en casa, la madre del menor sí lo llevó inmediatamente al hospital, donde los médicos le diagnosticaron fractura de tibia, dislocación de rodilla y daños permanentes en el nervio, informa The Washington Post.

Según la familia del menor, golpes como el descrito no debieron ocasionar una lesión tan grave, y alegan que Mosley ejerció un castigo conocido como ‘prone restraint’ (restricción boca abajo), que consiste en poner la cara del niño contra el suelo y ejercer presión sobre el cuerpo. Este método, por supuesto, está prohibido en los colegios de ese estado.

La agresión se dio el pasado 12 de septiembre en el colegio Edgewood Student Services, una institución especializada en niños con dificultades de comportamiento, a la que el menor solo debía asistir dos horas aquella tarde.

La abogada de la familia dice que interpondrá una demanda contra el colegio en los próximos dos meses, y que denunciará las fallas en la supervisión y en la prestación de tratamientos médicos.

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