Mark Jones, de 34 años, se había desmayado en la cocina de su casa. Al verlo, su pequeño hijo puso una silla para sujetar la manija del refrigerador y sacó la bebida láctea para administrársela a su padre, informa el diario Daily Mail.

Como el pequeñín no pudo sacar un cubierto del cajón para alimentar a su papá, fue a su cocina de juguete y trajo un cuchillo plástico de allí, que le sirvió para darle porciones de la bebida al desmayado hombre, relata el mismo medio.

Después de administrarle los dos yogures, el hombre recobró la conciencia y de inmediato tomó sus pastillas de glucosa.

Poco después, la madre del menor y esposa de Jones dijo que se sentía orgullosa de su pequeño héroe y que, de no haber sido por él, las cosas podrían haber tomado un rumbo fatal: “Mark tiene nivel 1 de diabetes y se tiene que inyectar insulina 4 veces al día”, dijo la mujer.

La madre de 31 años, de nombre Emma, le dijo a la prensa que ella siempre mantiene yogurt en la nevera y chocolatinas en la alacena: “Mi hijo Lenny-George debe haber visto cuando yo corro a sacar el lácteo para dárselo a su padre”, dijo, emocionada.

La mujer cuenta que salió a casa de su madre y que no se demoró ni 30 minutos: “Cuando llegué, vi mal a Mark y pregunté qué había pasado, y Lenny-George contestó: ‘Le salve la vida a mi papá’”, narra la señora Jones.

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