Ellos vinieron de forma ilegal“, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. “Van a sacar a la gente y llevarlas de vuelta a sus países“, explicó.

La operación, que comenzaría el domingo, está dirigida a 2.000 personas en al menos 10 ciudades y podría incluir “deportaciones colaterales“, según un reporte publicado el jueves por el diario The New York Times.

En junio, Trump anunció que Estados Unidos deportaría a “millones de extranjeros ilegales”, en línea con su discurso de lucha contra la inmigración irregular, pilar de su campaña y gobierno.

La operación fue retrasada con el fin de dar tiempo al Congreso a que busque un compromiso sobre las medidas de seguridad para adoptar en la frontera con México.

Los demócratas reaccionaron diciendo que estos planes amenazan potencialmente a personas que han vivido desde hace años en Estados Unidos y cuyas familias incluyen en muchos casos a hijos estadounidenses.

La amenaza de las deportaciones asusta a muchas comunidades en Estados Unidos. Varias asociaciones han distribuido manuales que incluyen instrucciones sobre cómo comportarse si son requeridos por agentes y cuáles son sus derechos.

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Organizaciones de derechos humanos se agruparon para demandar al fiscal general, William Barr, y a las agencias involucradas en los procesos para impedir las deportaciones, afirmando que la operación de deportaciones viola el debido proceso.

Pero el temor no está solo en los casi 2.000 migrantes que ya tienen identificados como ilegales, sino en todos los demás que ahora serán perseguidos en redadas por las autoridades estadounidenses.

Las operaciones las llevará a cabo el personal de la agencia de Inmigración y Aduanas en al menos diez ciudades del país, conocida por su sigla en inglés ICE, indicó el diario The New York Times, que atribuyó su información a funcionarios del gobierno no identificados.

Entre las ciudades donde podrían ocurrir esas redadas se cuentan Chicago (Illinois), Baltimore (Maryland), Nueva York (Nueva York), Houston (Texas), Los Ángeles (California) y Miami (Florida).

En la medida en que sea posible, los miembros de familias arrestados juntos serán llevados a centros de detención para familias en Texas y Pensilvania. Pero, debido al espacio limitado, algunos podrían terminar en hoteles mientras se preparan sus documentos de viaje“, agregó el rotativo neoyorquino.