La traductora Bérengère Viennot identificó ese como el principal problema, ya que el primer paso para traducir es “entrar a la mente de alguien”, pero en el caso de Trump es especialmente difícil, porque no siempre se sabe a dónde quiere ir, informa LA Reviews of Books.

El vocabulario de Trump es limitado, su sintaxis está rota; repite las mismas frases una y otra vez, forzando al traductor a seguir su ejemplo”, afirmó.

Según Viennot, es como si el presidente tuviera una nube de ideas en su cabeza, pero no un hilo lógico con el cual unirlas, precisa Independent.

Esto crea dificultades para el francés, que es un idioma mucho más estructurado y lógico, por lo que los traductores se encuentran en el dilema de si darle prioridad al significado o al estilo.

Sin embargo, eso no solo les pasa a los francoparlates: para quienes tienen el inglés como lengua nativa también es difícil entender las ideas del presidente republicano.

Por ejemplo, en alguna ocasión dijo la palabra “bigly”, lo que dejó a los presentes ‘perdidos’, sin saber si estaba tratando de decir “big league”, o algo por el estilo. Igual pasó al decir “swatches of land”, cuando en realidad quería decir “swathes of land” (franjas de tierra).

Así pues, si usted es de los que dice no entender a Trump, tranquilo: no es el único al que le pasa.

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