La aplicación que el joven había instalado en el teléfono previamente, además de darle la ubicación de su compañera permanentemente, le permitía acceder a todo tipo de contraseñas, mensajes de WhatsApp, correo electrónico y demás contenido almacenado en el dispositivo (incluyendo fotos), informa El Huffington Post.

Tan intenso era el control que el hombre ejercía sobre su novia, que ella llegó a sospechar que su pareja sabía cada lugar en el que estaba. Ante eso, la relación se tornó insoportable, pero la mujer era incapaz de romper el vínculo, ya que cada vez que lo intentaba, el ‘espía’ le pedía perdón y hasta amenazaba con suicidarse si eso pasaba.

En julio de 2015, la mujer se dio cuenta del programa que había instalado en el teléfono, y en ese momento ya no dudó en dar por terminada la relación, que había empezado en julio de 2014. Según el Ministerio Público de España, el hombre empezó a amenazar a su expareja, esta vez para que le devolviera el celular.

Por todo eso, la Fiscalía pide 4 años de prisión por violar la intimidad de la joven, y 3 años más por “delitos de coacciones”. Además, ese ente solicita que se le impida al hombre comunicarse por cualquier medio con su expareja por un lapso de 8 años y medio, y acercarse a ella a menos de 500 metros.

El juicio por este caso aún está pendiente.

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