La guerra de Yemen, que llevaba solo dos meses en el momento de este ataque, ya había dejado historias aterradoras y desalentadoras como la de al-Ibbi, quien estaba cenando con sus dos esposas, sus hijos y sus nietos cuando su vida cambió por completo sin previo aviso.

El hombre se dio cuenta de lo que había sucedido seis semanas después, cuando despertó de un coma. El infortunado, que aseguró que se salvó gracias a un milagro de Dios, dijo que le hubiera gustado suicidarse en el momento cuando se enteró que había perdido a la mayoría de su familia.

Sus familiares vivían en la ciudad de Saada, la cual ha sido brutalmente atacada por la coalición liderada por Arabia Saudita, y sufrió el ataque alrededor de las 12 de la noche. De los 27 familiares de Abdullah al-Ibbi que fallecieron en el ataque, 17 eran menores de edad. La menor que era nieta del hombre yemení, que tenía solo un mes de nacida.

La guerra que comenzó a comienzos del año pasado, y ha dejado más de 4.000 víctimas mortales, la mayoría por ataques perpetrados por la coalición liderada por Arabia Saudita, según informaron las Naciones Unidas.

Después del ataque, al-Ibbi pasa la mayoría del tiempo solo en su pequeña habitación donde vive en un mezquita ubicada en la ciudad donde sucedió el ataque.

Desde que pasó la tragedia hace 18 meses, el hombre la ha pasado muy mal, especialmente por las noches, ya que le cuesta bastante dormir. Además, Abdullah ha sufrido un golpe económico pues no ha recibido ayuda financiera por parte del estado.

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