Llegó a Sao Paulo en noviembre, en un vuelo proveniente de Casablanca, Marruecos, y haría una conexión para ir a Nueva York y regresar desde allí a su país natal vía Frankfurt. “Brode habría perdido esa conexión, no consiguió pagar el cambio de tiquete y vive en el aeropuerto de Guarulhos desde entonces”, relata el diario Folha.

El europeo pasa la mayor parte del tiempo sentado, como un pasajero más, y de repente ataca. Al menos siete mujeres han sido víctimas de sus agresiones, agrega O Globo, que publica los videos de las cámaras de seguridad de la terminal aérea.

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La administración del aeropuerto asegura al diario paulista que no tiene el poder policial para interferir en la situación, pero que monitorea a Brode las 24 horas.

Como el alemán superado la estadía permitida de 90 días en Brasil, su situación ya es irregular y las autoridades le han advertido que debe emigrar pronto o será deportado “—probablemente con escolta— a causa de su comportamiento”, según los medios locales.

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