En general, los gatos adoran que los humanos los masajeen, pero a este también le agrada que lo haga un objeto con motor, pues solo con escuchar el sonido del cepillo encendido se ubica de forma tal que pueda masajear su cuello, cara y orejas.

En un punto, el felino incluso intenta acercarlo con la pata para lograr ubicarlo mejo y luego salta al hombro de su dueño y continúa buscando el cepillo.

LO ÚLTIMO