La protagonista de ‘Ventino’, Carolina Gómez vive un momento ideal en su vida. La actriz a sus 49 años siente la seguridad, el equilibrio y la plenitud que a sus 20 o 30 no experimentó. El asunto tiene que ver según la actriz con la experiencia y la búsqueda interior, así lo confesó en diálogo con Vea hace algunos días. También admitió que no le teme al dolor, al contrario, se permite sentirlo, también es una manera de liberación.

(Vea también: Carolina Gómez destapó uno de los secretos de su belleza: “La piel se les pondrá divina”)

Actualmente se siente plena y segura y eso se evidencia mientras habla y contesta todas las preguntas con espontaneidad, algunas acompañadas por anécdotas precisas. “Un día hablaba con alguien (una persona muy exitosa, ejecutivo de grandes empresas) y le digo ´es que a usted le encanta lo que hace´, me dice: ´no. Voy, trabajo, hago lo que tengo que hacer, pero no me hace feliz´. Hace poquito empezó a trabajar en pedagogía y lo volví a ver y se le nota la felicidad, brilla. Ahí entendí que no solamente es uno. En mi caso estoy retomando hacer lo que quiero. Antes tuve que tomar decisiones prácticas, que era lo correcto, pero no me apasionaba. Ahora estoy más ligera. Me he liberado de pesos, de pasado…”.

La liberación, el dolor y la plenitud de Carolina Gómez

Admite que este proceso de liberación a veces genera dolor, pero también lo recibe. “El dolor me permito sentirlo como viene y como es. El dolor es inevitable, dolor siempre va a haber y si no lo afrontas y lo metes en un armario, ese esqueleto se va a abrir y va a salir a cobrar factura…ya me pasó de hecho, lo digo con conocimiento. No hay felicidad sin dolor; no hay felicidad sin duda. Hace parte de la vida”. En esos instantes se conecta con ella misma y no se inscribe dentro de ninguna religión.

“En momentos difíciles de mi vida he recurrido a la meditación, al ejercicio, y sobre todo, a la espiritualidad…Me conecto conmigo misma, no soy católica, ni judía, ni budista, aplico la teología del amor, parto de la base de amarse a uno mismo, de ser compasivo. Entender que todo pasa y decir ´esto también pasará. En momentos de dificultad mis hermanos han sido un apoyo”.

(Lea también: Caracol grabó serie con exreina en famosa universidad y pocos se han dado cuenta)

Aunque hace casi tres décadas fue coronada como la mujer más bella de Colombia y la segunda más bonita del mundo, es ahora que se siente cómoda y bella. “Una de las cosas más lindas de los 40 es que es un momento en que uno dice: ´esto es lo que hay´… y hay una comodidad en la piel de uno, nos pasa a la mayoría de las mujeres. Ese es el atractivo de las mujeres después de los 40, nos empezamos a acomodar lentamente y cuando nos sentimos bellas a los 40 se nos nota, es impresionante, uno emana otra cosa que es muy atractiva, no hablo del prototipo de belleza. Es curioso, cuando uno tiene 20, todo está bien puesto, en la carita nada se cae, no hay una arruga, está lozana, pero falta eso. En los 20 somos muy inseguras, estamos oyendo lo que dice uno, lo que dice el otro, mirando cómo tenemos cumplir los parámetros de belleza de comportamiento. Después de los 45, uno dice ´no importa´”.