Como ya es habitual, para el aumento de su tasa de referencia el Emisor tuvo en cuenta que la inflación anual aumentó en mayo hasta el 8,2 %, mientras que las medidas de inflaciones básicas cayeron a 6,3 %.

“Las expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años se sitúan en 4,4% y 3,7%, y las que se derivan de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años disminuyeron y están entre 4,0% y 4,5%”, explicó el Banco Central en un comunicado.

Otro argumento es que los precios de los alimentos y el paso de la depreciación a los precios del consumidor siguen presionado la tendencia al alza de la inflación. Además, se redujo la estimación de crecimiento de la economía mundial.

“Las cifras de actividad económica mundial sugieren una dinámica del producto global menor que la prevista. Con esto, se espera que el crecimiento promedio de los socios comerciales del país en 2016 sea bajo e inferior al registrado en 2015”, agregó la entidad.

En conclusión, dice el Banco, la economía colombiana siente por estos días (y se ordena, además) tras los fuertes “choques” que sufre desde 2014.

¿Cómo entender las tasas?

Según el Emisor, cuando la tasa de interés se sube los demandantes desean comprar menos, es decir, acuden a menos recursos en préstamo a los intermediarios financieros. Los oferentes, por su parte, intentan colocar más recursos (en cuentas de ahorros, CDT, etc.).

Pero si la tasa baja, los demandantes del mercado financiero solicitan más créditos, y los oferentes retiran sus ahorros.

LO ÚLTIMO