Por: LA CRONICA DEL QUINDIO

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Este artículo fue curado por Luis Bello   Ago 10, 2023 - 5:13 pm
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En el discurso de su primer año en el gobierno, el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, indicó que el costo de vida en el país viene desacelerando y que hay una tendencia a la baja en los últimos 3 meses.

El mandatario enseñó en su cuenta oficial de Twitter el reporte anual de inflación, mes a mes, y al respecto, aseguró: “La hemos dominado. Lo más exitoso es la disminución del precio de los alimentos”.

Además, sobre el crecimiento que traía la tasa inflacionaria desde el 2021, advirtió: “La situación no fue culpa del gobierno anterior, el alza en los precios fue consecuencia del Covid , de las circunstancias mundiales que destruyeron y congelaron una parte del capitalismo mundial y posteriormente, de la guerra; todo se agudizó, crecieron los precios de los alimentos y por esa vía al interior de los países se fue irrigando el crecimiento de precios”.

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En el reporte, se pudo ver que el máximo de la inflación se había alcanzado entre diciembre y enero de 2022 superando el 13 %. El jefe de Estado espera que al finalizar el 2023 la inflación en Colombia se ubique en una cifra de un dígito “Si todo va bien, la inflación al cierre de este año será de 9 %”.

Sobre la percepción generalizada de la comunidad en que los precios de la canasta familiar no disminuyen, el analista económico Efraín Pachón, aseveró: “No hay una conexión en la transmisión de los precios de mercado; la principal razón por la que no se logra percibir una rebaja es que en Colombia existe dificultad para que una reducción en los costos de producción de un producto agrícola o industrial se transmita rápidamente al índice de precios del consumidor final”.

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Por otra parte, Pachón afirmó: “Ya bajaron algunos insumos agrícolas, fertilizantes, fungicidas, alimentos para aves, peces, cerdos y ganado, porque el dólar ya bajó $1.000 frente a hace un año. Todo lo que es importado ya se redujo cerca de un 17%. Por solo vía tasa de cambio e importados, los alimentos y materias primas para fabricación de alimentos como harina, sorgo, soya, maíz ya rebajó. No se está transmitiendo y los alimentos siguen subiendo por encima del 20 % al consumidor”.

El analista quindiano señaló otros aspectos que influyen para que los precios aún continúen altos: “Sigue pesando sobre la economía una enorme incertidumbre por el impacto y los efectos del fenómeno de El Niño que puede volver a crear un rebrote inflacionario, especialmente de alimentos por la pérdida de cosechas. Para el caso del Quindío se ve muy afectada la producción de café y plátano”. Sin embargo, los número entregados son favorables, según el reporte entregado por en Dane, lo cual prevé un futuro favorable.

Sobre otros elementos determinantes, señaló: “Hay que tener en cuenta que la inflación tiene momentos coyunturales como Semana Santa, vacaciones de mitad de año, fin de año, donde hay más torrente monetario porque la gente recibe prima, vacaciones, etc., y así mismo hay mayor demanda. El otro problema es la especulación; cuando la gente empieza a decir que algo va a subir, entonces los comercializadores lo incrementan más o se adelantan y ponen precios arbitrariamente. Y, por último, el transporte es otro aspecto fundamental porque debido al alza en los combustibles, encarecen los precios de los alimentos y otros productos”.

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Por último, agregó: “Lo cierto es que hay una distorsión en la cadena de suministros y, a pesar de que el dólar ha bajado, no hay una reducción del precio final a los consumidores, la inflación debería estar mucho más baja ya”, concluyó.

Percepción de la comunidad

Mariluz Valencia, encargada de una tienda escolar en la ciudad de Armenia desde hace 10 años, comentó: “Hay productos que han bajado un poco, pero otros suben; y dado que tengo un servicio en el que no puedo prescindir de ciertos alimentos nunca, debo someterme a los precios del mercado. Desde luego, cuando compro hago una búsqueda lo más exhaustiva que puedo con el tiempo que tengo, pero sigo viendo precios muy parecidos y no puedo estar incrementando el valor de los almuerzos ni de la dulcería de la noche a la mañana. La situación es relativa, la papa la semana pasada estaba costosa y ya rebajó mientras que comprar maracuyá ahora no es nada rentable. Hay supermercados que venden mucho más caro que otros; y es lo que uno no entiende, por qué los precios no son estables”. A pesar las cifras alentadoras, en Colombia siguen desaprobando la gestión del Gustavo Petro, según una encuesta realizada.

Nohelia Ocampo, tendera en Armenia desde hace 8 años, manifestó: “Después de pandemia los precios subieron por las nubes e incluso hubo proveedores que durante la crisis encarecieron algunos productos hasta en $1.000. Nosotros compramos en la central de abastos y hemos visto que la papa se mantiene muy inestable; sube y baja mucho de precio. La cebolla de huevo ha subido, el tomate está muy costoso, las verduras bajaron en un tiempo hace como dos meses, pero otra vez se volvieron a trepar, el plátano y la yuca han bajado; pero en general no veo cambio de precios; los alimentos de la canasta familiar siguen siendo costosos y los compradores se siguen quejando a diario”.

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