Hasta hora su propósito lo ha conseguido al pie de la letra: el negocio comenzó hace 2 meses por pura y física necesidad, pero ahora se da el lujo de vender hasta 50 penes de chocolate diarios y su idea es famosa en varias provincias desde las que recibe pedidos.

El nombre de la repostera es Mónica Bustamante y vive en Barrio Nuevo, en Río Negro (Argentina), que decidió hacerle frente a su situación económica rompiendo los diseños clásicos de los chocolates y usando moldes de penes y colas que ahora son el ‘postre’ en despedidas de solteros, citas amorosas y hasta en encuentros sexuales, según señala el diario El Clarín.

Fue tal el éxito de su creación, que Mónica ya vende sus productos por Internet y ahora la buscan de diferentes partes del país gaucho. Los penes en chocolate tienen varias presentaciones: la de 8 centímetros, que se considera pequeña y propicia para hacer bromas y burlas sobre el tamaño del órgano, cuesta 15 pesos argentinos (3.100 pesos colombianos); y la de 17 centímetros, catalogada como la del tamaño natural, cuesta 45 pesos (casi 10.000 pesos colombianos). Ambas vienen con sus respectivos testículos.

Según Mónica, no descarta en tener tamaños de sus productos más grandes y ligados a las fantasías que se dan en su mercado. “Todo es cuestión de tener el chocolate necesario y en mi casa chocolate no falta”, dice, citada por ese mismo diario.

Su idea, asegura, es una muestra de que con ingenio, astucia y oportunidad se puede lograr el éxito de un negocio.

LO ÚLTIMO