Ni una sola refinaría en el mundo ha salido tan costosa como la de Cartagena y no porque sea un ejemplo de desarrollo, innovación y prestaciones técnicas incomparables, sino porque es un auténtica aberración, un monumento a la negligencia y un ejemplo de corrupción que enloda a todo el país, sugirió el contralor general de la República, Edgardo Maya.

En una entrevista con el diario El Tiempo, el funcionario aseguró que “se trata del mayor desfalco en la historia de Colombia”.

Incluso mayor al de la troncal de la Avenida 26 en Bogotá, dice el diario, porque en Reficar no hubo controles a los gastos “el asunto era: gaste, me pasa la factura y yo le pago. ¡Imagínese!”, destacó Maya quien afirmó que la primera parte de la investigación fiscal está a punto de concluir.

Se espera que para el 2018 se conozca la conclusión y los nombres de las personas con responsabilidad fiscal y penal.

La Fiscalía, aseguró el contralor, está investigando la huella que dejó la empresa contratista CB&I en los manejos irregulares de la plata que se evaporó en los ires y venires de un negocio mal diseñado, mal ejecutado y pésimamente mal auditado.

“Son 36 hallazgos. Por ejemplo: se autorizó a la empresa contratista CB&I que se podían contratar 2’256.555 horas de trabajo para el diseño y se le dio un margen de exceso en el 10 por ciento, y los señores se excedieron en 2’341.763 horas de trabajo”, fue una de las afirmaciones del funcionario.

Los resultados, además, sostienen que por las irregularidades encontradas en la auditoría, la Refinería ya dejó de percibir por lo menos unos 1.936 millones de dólares.

“En los registros contables la refinería perdió, antes de ponerse plenamente en marcha, el 18,02% de su valor, con respecto a la inversión realizada en ella de 8.016 millones de dólares”, asegura el informe de la Contraloría.

“CB&I se ha llevado 5.600 millones de dólares, y Reficar pagó directamente, a través de órdenes de compras, 2.400 millones de dólares; hay 930 millones de dólares en 177 contratos que no están justificados o con gestión fiscal ineficiente”, advirtió el contralor.

Lo peor, CB&I sigue cobrando. Otra cifra preocupante es que se revisaron en total 177 subcontratos y se encontró que de 2.879 de dólares correspondientes a hallazgos fiscales, al menos 943 millones de dólares, un 32 %, corresponden a presuntas irregularidades en contratación, cita el diario La República.

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