La cuestión es saber si la economía colombiana continuará en el mismo rumbo o si presentará fluctuaciones que alteren las perspectivas que tiene el Gobierno para los próximos 12 meses.

En ese sentido, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó que “lo peor de la inflación ya pasó y ya no subirá más la tasa de interés”, destacó El Espectador que también consultó a varios analistas para conocer su opinión sobre este particular.

Por ejemplo, Camilo Silva, director de Análisis Técnico de Valora Inversiones, afirmó al diario lo siguiente:

Todavía falta cerca de un año para que se aprecien esos beneficios de los que habla el Gobierno. Por todo esto, si alguien piensa adquirir un crédito hipotecario, es mejor que lo haga en tasa variable, de esta manera sus cuotas tendrían que bajar el próximo año”.

Una opinión similar tiene Catalina Guevara, analista de Alianza Valores, que recomienda esperar a que se aclare un poco mejor el clima general del país, que está expuesto a un alto nivel de incertidumbre por el contexto político que vive.

Si no se presentan más eventos que afecten los precios de los alimentos, la inflación debería comenzar a bajar tan rápido como subió. Lo cual les dará un descanso a los que pagan créditos con tasas variables, los más afectados por los choques del último año”, sostuvo.

En resumen, quienes estén buscando un crédito para vivienda tendrían que optar por uno con tasas de interés variable porque estas se inclinarán hacia la baja, si las perspectivas del Gobierno se cumplen.

Una tasa de interés variable, explica el Ministerio de Hacienda, “es aquella que se modifica de acuerdo a una base preestablecida, durante la vigencia del crédito”. En tanto que las tasas fijas se mantienen estables “mientras dura la inversión o se devuelve el préstamo”, aclaró Coltefinanciera.

Sin embargo, el portal Finanzas Personales sugiere que el sistema de tasa fija es el más recomendados porque:

Este le permitirá mantener un mejor control de sus finanzas. Cuando usted negocia un interés fijo sabe lo que está haciendo, conoce sus riesgos y puede diseñar un plan de contingencia para afrontarlos. Por el contrario, los préstamos con tasas variables se pueden convertir en una lotería o una guillotina”.

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