De acuerdo con el informe, las variaciones más altas se registraron en el Uruguay (con una tasa anual de -14,9 %), en Perú (-9,8 %), Chile (-9,1 %) y Brasil (-7,9 %). En Colombia, el indicador bajó 6,4 %.

En contraste, en Honduras, México y Venezuela, la tasa de pobreza se elevó a un ritmo anual de entre un 2 % y casi un 5 %.

Según esa entidad, el proceso de reducción de la pobreza estuvo acompañado de bajas en la brecha y la intensidad de la pobreza. “En efecto, la brecha de pobreza en el período analizado cayó a tasas anuales elevadas y por encima de la tasa de pobreza en ocho países: el Uruguay (- 15,9 %), Perú (- 12,3 %), Chile (- 10,5 %), Brasil, Ecuador, Paraguay, Colombia y el Estado Plurinacional de Bolivia (entre un 8 % y un 10 % aproximadamente)”, señala el informe.

En cifras globales, la Cepal calcula que la tasa de latinoamericanos que viven en la pobreza pasó del 28,2 % (168 millones de personas) en 2014 al 29,2 % en 2015, cifras que incluyen a 75 millones de indigentes, cinco millones más que un año antes.

Los niveles de pobreza e indigencia han disminuido de manera sostenida en la región desde la década de los noventa, aunque en los últimos cinco años se han mantenido estables e incluso se han incrementado, como prevé la Cepal.

Ante este panorama, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, aseguró que para que las cifras de 2015 no marquen un punto de inflexión en la lucha contra la pobreza se necesitan buenas políticas públicas para generar empleos de calidad y proteger el gasto social.

“Los mercados no se van a hacer cargo de la protección social ni de la lucha contra la pobreza, por lo tanto son las políticas públicas las que tienen que salir al paso”, dijo Bárcena al presentar el informe.

“Hay que cautelar políticas asociadas a derechos, como es el caso de la educación, la salud y la seguridad social, y no deberían depender del ciclo económico”, añadió.

Con información de EFE.

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