Enfrentarse al mundo del negocio bursátil sin un conocimiento sólido puede ser un terreno peligroso y arriesgado. Las operaciones financieras, caracterizadas por su complejidad y volatilidad, exigen una comprensión profunda de los mercados y sus mecanismos.
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La falta de conocimientos suficientes puede llevar a decisiones basadas en la especulación en lugar de un análisis informado, lo que aumenta el riesgo de pérdidas financieras significativas. Sin embargo, miles de colombianos se han metido en el ‘trading’ buscando pescar una fortuna.
Desde hace 18 años, Peter Roscoe hace negocios en los mercados financieros. Su experiencia la comparte en un canal de YouTube, donde habla de sus ganancias y pérdidas, reseñó BBC.
Esas herramientas permiten, entre otras cosas, la “venta en corto”, un tipo de negocio que solía ser utilizado solo por los más duros, pero que ahora también lo han comenzado a usar inversores novatos.
La venta en corto, o ‘short selling’, precisa el citado medio, es un proceso de inversión complejo: consiste en la compra de una acción con la expectativa de que baje de precio. Al contrario de las operaciones tradicionales, vender en corto es apostar por la caída de un activo.
El inversor toma prestadas acciones de un corredor de bolsa e inmediatamente las vende esperando que bajen de precio. Si esto ocurre, las compra de nuevo más baratas y se las devuelve al corredor que las había prestado, ganando dinero al quedarse con la diferencia.
Aunque suena simple, las acciones de venta corta son operaciones de alto riesgo que “pueden llevarte a la ruina”, explicó el experto, quien comparó ese negocio con jugar con fuego.
“Los que habitualmente hacían ventas cortas eran inversores institucionales como los bancos o los grandes fondos que gestionan riqueza, es decir, los peces gordos”, detalló Roscoe en el medio referenciado.
En la jerga bursátil se usa la expresión “dinero tonto” para referirse a los inversores minoristas, que se dedican a las operaciones especulativas de alto riesgo.
Eso sí, hay defensores de este negocio. Ellos argumentan que no solo son una buena forma de inversión, sino que también pueden desempeñar un papel importante en los mercados, al ayudar a encontrar el verdadero valor de un activo.
Ahora, con la aparición de las plataformas en línea, los inversores novatos pueden meterse en ese mercado y perder su dinero en cuestión de segundos. Roscoe advirtió que, si no hay tiempo de formación, es mejor alejarse de ese negocio.
“A menos que puedas dedicar cuatro o cinco horas al día, de lunes a viernes, y observar el mercado, simplemente observar cómo estas acciones suben y bajan durante seis meses, no tendrás ninguna posibilidad. Y, por cierto, después de eso, es muy probable que aun así fracases”, concluyó.
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