Corría el minuto 56 cuando Carlos Sánchez le cometió una falta a Charles Aránguiz que el juez salvadoreño pitó y, además, propinó la tarjeta amarilla al volante.

Se trató, según se puede inferir en las imágenes posteriores a la reacción, de una decisión apresurada: sus gestos delatan que no se acordaba de que el colombiano ya estaba amonestado y le faltó manejar la situación.

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Primero, cuando un árbitro saca doble amarilla, por lo general, va con determinación a sacar la roja. Pero este no fue el caso. Ante la airada reacción de Sánchez, Aguilar comienza a ver sus apuntes y luego de unos segundos se manda la mano al pecho, como inseguro.

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Se le nota algo confundido y agobiado por el reclamo de los colombianos. Entonces viene el gesto que delata su error: le da la espalda a los jugadores, baja su mano y su cara, cierra los ojos y hace un ademán con la boca, como de resignación tras reconocer que ha tomado una mala decisión.

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En estos videos subido por un usuario se ve claramente el gesto:

 

 

“A Sánchez lo expulsó mal, en una falta que era normal y que no daba para amonestación”, dijo el analista arbitral José Borda en Futbolred.

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