Una bicimotorruta es un corredor que permite el tránsito fácil de personas, vehículos livianos y animales, a través de una superficie uniforme y regular sobre un ancho de 1.50 m. Esta innovadora estrategia creada por la Administración Departamental Unidos, entre 2020 y 2023 ha desarrollado 4 proyectos pilotos en los municipios de: Santo Domingo, San Francisco, Caramanta y Abriaquí con un total de 12.65 kilómetros, en los que la Gobernación de Antioquia ha invertido más de $5.515 millones. Actualmente, se están ejecutando 5 nuevos proyectos en los municipios de Jericó, Vegachí, Murindó, Puerto Berrio y Valdivia.
Según datos del DANE el 70% de la población colombiana se ubica en la Zona Andina. Esta característica geográfica en combinación con el alto porcentaje de población ofrece grandes desafíos para el desarrollo de obras de infraestructura. Las carreteras son las responsables de generar la comunicación entre los distintos municipios que en esta región toman asiento, discurriendo por topografía agreste que retan a los ingenieros a desarrollar soluciones innovadoras, que hacen de ellas verdaderas obras maestras al tener que salvar diferentes obstáculos que ofrece la naturaleza.
Aunque quisiéramos desarrollar una amplia y cómoda red de carreteras para llegar a todos los antioqueños y lograr con ello elevar su calidad de vida, propiciando el desarrollo de proyectos agroindustriales, turísticos, entre otros. Asimismo, acercarlos a los servicios que ofrece el estado, como por ejemplo centros de salud y educación, permitiendo a nuestros campesinos condiciones para llevar sus productos a otras latitudes, garantizando la calidad de sus cultivos y generando un aumento en el ingreso per cápita, los recursos disponibles no permiten lograr semejante despliegue.
Nuestro territorio se divide en dos grandes conjuntos, uno en donde la población tiene acceso de alguna manera a cualquier tipo de infraestructura de transporte, y otro, en el que se encuentra la Antioquia no conectada, donde llegar hasta el peor de los caminos demora horas debido a la condición de los senderos por los cuales muchos campesinos desarrollan su cotidianidad. Senderos que recorren empinadas montañas, con superficies lodosas, irregulares, llenas de rocas, deslizamientos y pérdidas de bancas, en donde para las mulas y los caballos su tránsito puede ser considerado como abuso animal.
Pues bien, es por allí por donde muchos de nuestros campesinos con sus hijos, familias, enfermos, han desarrollado su cotidianidad históricamente. No conocen otra realidad, no pueden soñar en un futuro para sus hijos, no tienen acceso eficiente a servicios de educación y salud, sacar sus cosechas y llevar sus enseres y mercado a sus casas en una odisea a sus espaldas que puede demorar cuatro o más horas. Allí el sueño casi irrealizable para un niño es estar cerca de un helicóptero que solo imagina y observa a lo lejos.
Para muchos de mis alumnos, al describir en clase esta condición de vida, pareciese que estuviera contando la condición de un mundo irreal y de personajes imaginarios, para ellos es imposible esta realidad. Mis alumnos y yo nos movemos entre la modernidad de la ciudad, que ofrece comodidades que se convierten en paisaje y poco valoramos. Estamos cerca de la universidad, del hospital, del consultorio médico o de una sala de cine. Caminamos por calles limpias y sin obstáculos. Accedemos a agua potable con solo abrir una llave, así como de sanitarios limpios. Para nosotros la imagen de un helicóptero es algo usual.
Tuve la fortuna de participar del desarrollo técnico del proyecto denominado Bicimotorrutas, el cual consiste en el mejoramiento de caminos de herradura a través de losas de concreto de 1,5 m de ancho, que brinda uniformidad y confort al caminar. Su diseño no fue ajeno al requerimiento básico de cualquier obra de infraestructura vial, se garantizaron las obras de drenaje superficial como cunetas y alcantarillas, subsuperficial como filtros, se diseñaron muros en bioingeniería, estancias de descanso para los habitantes y sus animales. Todo bajo requerimientos de diseño técnico. Además, se desarrolló una cartilla con todos los elementos de diseño que pudiera requerir la construcción de una Bicimotorruta y que sirviese para desarrollar proyectos similares en otras regiones de Antioquia.
La intervención del proyecto se desarrolló en forma amigable con el medio medioambiente, no se realizaron mayores excavaciones ya que se utilizaron materiales y técnicas constructivas innovadoras que no obligaron a transportar material sobrante, se utilizó en mismo alineamiento del corredor, se desarrollaron obras de bioingeniería y no se desarrolló tala de árboles. Las comunidades se comprometieron con el proyecto a través de convites, reforestaron el corredor e iniciaron la construcción de diferentes proyectos agroindustriales.
“Un proyecto que para mi es un sentimiento de éxito que les llega a todos, porque es para sentirse orgulloso. Esto es como si uno lograra algo personal, es algo que lo hace muy feliz a uno porque facilita mucho el acceso al trabajo, al estudio, por la facilidad del transporte”, afirma Eliécer Cortés, habitante de la vereda El Nusito.
Las bicimotorrutas le ofrecen a la comunidad una nueva alternativa de comunicación, que les permite un transporte eficiente de sus productos y remises. Ahora pueden sacar fácilmente a sus enfermos, ya no sobre sus espaldas. Los cambios permitieron que los niños montaran en bicicleta por el frente de sus viviendas, llegaran más fácilmente a los centros de educación y accedieran en forma expedita a servicios de salud. Bicimotorrutas partió en dos la historia de las comunidades donde se desarrolló y se desarrolla.
“Antes era una dificultad muy grande para sacar los productos, el camino era muy difícil, éramos como con las puertas cerradas, ahora con las bicimotorrutas se nos abrieron las puertas a un futuro de una vida más distinta y estamos muy contentos, la luz nos alumbra por toda parte”, señala Luz Adiela Agudelo, presidenta JAC, vereda El Nusito.
Con varios grupos de mis alumnos pude visitar estos proyectos, mostrarles la realidad de la otra Colombia, aquella que no tiene cerca la universidad, el hospital, el consultorio médico o la sala de cine. Con la entrega del proyecto en Santo Domingo, el día de la inauguración hicimos posible que un niño pudiera hacer realidad su sueño, ver al gobernador de Antioquia.
Escrito por: Ing. Mario Alberto Rodríguez Moreno M.Sc. Ph.D.
Profesor asociado – Universidad de Medellín.
LO ÚLTIMO
.svg)
