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Se trata del de Emma Hamilton, su marido William, y el almirante Horacio Nelson, mencionado por el columnista de El Tiempo Juan Esteban Constaín, quien recuerda que Nelson perdió la cabeza por ella.

Aunque el columnista advierte que no se trata de un consejo ni obligación, el relato es muy sugestivo.

“A Emma Hamilton la vio por primera vez en 1793 y luego la volvió a ver en 1798; primero con dos ojos, luego solo con uno. Y se enamoró de ella sin remedio las dos veces y ella también de él. Y el único problema que se interponía entre ambos, el marido, fue más bien una solución, pues él también adoraba a Nelson (de otra manera, sí) y consideraba un honor que semejante héroe de la patria se hubiera fijado con tan buenas intenciones en su esposa”, dice Constaín en El Tiempo.

Constaín recuerda que el caso no es excepcional, pues existe en Italia bajo el nombre de ‘chichisbeo’, que consiste en que un hombre muy viejo u ocupado consigue uno más joven que le ‘ayude’ con su mujer.

De cualquier forma, en un país tan machista como el colombiano, con una cuota tan alta feminicidios por celos, encontrar hombres o mujeres dispuestos a ‘compartir’ civilizadamente a su pareja es difícil.

Es más común encontrar aquellos(as) para los que algo así es un tema de dignidad, que normalmente quieren limpiar con sangre.

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