Allí, se paró frente a su ataúd, lo que, según La Tercera, es una muestra de “respeto y saludo”. Eduardo Ortega, colega del adiestrador, fotografió el solemne momento, reportó Bio Bio Chile, y lo compartió en su cuenta de Facebook con este mensaje:

Hoy despedimos los restos de un colega, de un instructor canino. Sus colegas de Santiago de Chile le trajeron a su amigo fiel para que lo despidiera. Por favor, mírenlo en el cementerio. Esta foto me emocionó mucho y creo que es necesario compartirla. Descansa en paz querido colega perrero”.

Facebook.

Debido a que Baeza y Jerjes eran “inseparables”, indicó el portal, sus compañeros vieron necesario que el pastor alemán estuviera presente en el entierro. Para ello, tuvieron que trasladarlo desde Santiago de Chile hasta Concepción.

La amistad entre el instructor y el perro inició en 2013, cuando empezó su adiestramiento en la capital chilena.

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