Sucedió cuando una familia, de origen hispano a juzgar por su acento, intentaba enseñarle a su pequeño hijo a decir “mamá”.

El niño, al que simultáneamente alimentaban, no lo logró, pero el perro, que estaba a su lado, sí lo consiguió, lo que hizo reír a sus dueños.

El menor tuvo una reacción graciosa ante el hecho de que su mascota, un pastor ovejero australiano, pudiera pronunciar “mamá”, pues le puso la mano en la cara en señal de que dejara de hacerlo.

El video, de Sam Giovanini, se viralizó con más de 8 millones de reproducciones en YouTube y Rumble.

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