Como explicó The Siberian Times la perra entró a un hueco que estaba al lado de una edificación, en Siberia y justo en la frontera de China, cuando era un pequeño cachorro, pero al ver que varias personas la llamaban para que saliera del lugar, ella se negó a hacerlo y permaneció allí los próximos tres años de su vida sobreviviendo con el alimento que los vecinos le dejaban.
A pesar de que ciudadanos llamaron a los servicios de emergencia, para que rescataran al perrito, estos se negaron a hacerlo, según el medio citado.
Después de tres años, un grupo que defiende los derechos de los animales se pusieron desacuerdo y organizaron una operación de rescate.
La activista Daria Stepantsova, de 27 años de edad, abrió un hueco junto a la estructura en la que se encontraba el animal, entró y cuando la vio le amarró un lazo alrededor del cuello, enseguida la sacó del lugar que había sido su hogar durante toda su vida.
La perrita fue examinada por un grupo de veterinarios quienes la encontraron sana. Sin embargo, Libertad como fue llamada, ahora tiene ‘miedo de la gente, de los espacios abiertos y la luz’.
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