El mundo está loco y descompuesto, lo sabemos, pero por estos días salieron a la luz noticias que nos lo comprobaron. Hay que leerlas, no vaya a ser que caigamos en el optimismo y nos dé por creer que todo anda bien.

Santos y ‘Tutina’ se toman Londres

Hay que estar loco para querer ser presidente de un país. Hay que estarlo más para ir a Inglaterra a conocer a la Reina Isabel, esa señora que inspira más miedo que respeto, y querer ‘parchar’ con ella. ¿Monarquía a estas alturas de la vida? Descabellado. ¿Pasear en carruaje con incrustaciones de oro por Londres, usar sacoleva e ir a cenas donde la fila de cubiertos para usar es tan interminable como confusa? No hay riesgo de que una persona medianamente cuerda quiera apuntarse a un plan así.

Pero están Santos y los de su clase, personajes a los que les encantan los privilegios, el lujo y el protocolo. Parece que hubiesen nacido para eso y se desviven por estar en el tope de la pirámide social del planeta, como si el éxito fuera eso. No importa lo que diga el sistema, si uno no puede andar a pie, vestirse con jeans y comer con la mano, fracasó en la vida.

Los refugiados sirios que hacen ropa

La BBC destapó la olla: grandes marcas de ropa emplean indirectamente a refugiados de la guerra de Siria para fabricar sus prendas. Mango, Zara, Marks and Spencer y Asos son los nombres involucrados.

Hace un año el mundo se conmovía con la foto de Aylan Kurdi, niño sirio de 3 años muerto en una playa de Turquía mientras huía de la guerra de su país. El mundo se movió y puso al país asiático en el panorama internacional. Hoy el asunto es bien diferente, aunque parecido. Los trabajadores que laboran durante doce horas al día por muy poco son sirios que huyen de la guerra, se encuentran en Turquía también y algunos son menores de edad.

marcas señaladas enfatizan en que tienen mucho cuidado a la hora de ver quiénes fabrican su ropa, lo cierto es que en temas de moda y tecnología medio mundo explota al otro y poco le importa, lo que importa en realidad es tener una camisa bonita y un celular que navegue rápido. De no haber muerto, quizá el destino de Aylan habría sido hacer ropa para occidente.

Kim Kardashian reaparece comiendo helado

El mundo está mal, y no solo porque refugiados de una guerra trabajen casi como esclavos. El titular de arriba lo encontré esta semana en la prensa así tal cual: “Kim Kardashian reaparece comiendo helado”. La nota iba acompañada de una foto donde la mujer aparecía con cara de pocos amigos (¿qué más podíamos esperar), enfundada en un suéter blanco varios números por encima de su talla. Qué tan podridos tenemos que estar para que una persona que no sabemos por qué es famosa ocupe un titular porque se fue a comer un helado.

Pobres nosotros que tenemos que soportar tales noticias, y pobre ella, que no puede ni ir a comerse un helado sin salir en los medios. Usted y yo podemos ir a comer helado, al cine, al doctor y al burdel, si se nos da la gana, sin que el mundo se entere. Y es normal, porque nada de eso es noticia, pero la más conocida de las Kardashian no puede ni ir al baño sin que el mundo lo registre. Y no es culpa de ella (aunque de pronto sí), es más bien responsabilidad de los medios que producen este tipo de noticias y del público que las consume.

Bogotá colapasada

Tres aguaceros, eso es lo que aguanta Bogotá, la ciudad mas grande de Colombia, capital del país. Llovió el viernes de la semana pasada, luego el lunes y el martes de esta, y estuvo. La luz se fue, las calles colapsaron, las estaciones de Transmilenio se inundaron, los caños de los parques se desbordaron. Y eso que hablamos de aguaceros, fuertes, sí, pero nada diferente a agua que cae del cielo. Acá no ha pasado un huracán ni Dios nos ha castigado con la segunda parte del Diluvio.

No tenemos un buen sistema de alcantarillas ni infraestructura que aguante las inclemencias del tiempo. Lo mejor sería no salir de la casa, pero hay que ir a la calle a buscar el pan. Y lo peor es que la ecuación siempre es la misma: mañana soleada, nubes a mediodía y después de almuerzo se suelta el agua. Inseguridad y trancones vivimos todos los días, pero cada vez que el clima quiere queda en evidencia lo mal que hemos construido esta ciudad.

Desigualdad salarial entre hombres y mujeres

El feminismo es imparable, se siente por todos lados. Parece inevitable lograr una igualdad entre hombres y mujeres, cosa que debió producirse hace décadas, por no decir siglos. Pero a veces la prensa te calla la boca. Hace poco leí que, según el Foro Económico Mundial, la igualdad salarial entre hombres y mujeres se logrará apenas en 2186, es decir, dentro de 170 años.

Parece mentira y resulta descorazonador, y eso que soy hombre y no me considero especialmente feminista, corriente que no acabo de entender. Creo más bien que, hombres o mujeres, a las personas se les debe respetar y dar igualdad de oportunidades. Pero ese no es el punto, el punto es que las mujeres, que han llevado del bulto en esto de la historia de la humanidad, han avanzado pero aún están a siglos, literal, de algo que parece obvio: ganar lo mismo que un hombre.

El informe asegura que si un hombre gana 100, una mujer sólo gana 59, y en muchos casos trabajando más horas. En este campo, el país más avanzado es Islandia, donde los hombres cobran apenas un 13% más que las mujeres. El apenas, que debería ser un paliativo, resulta más bien un insulto.

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