Serían alrededor de 120 combos que controlan negocios de microtráfico y extorsión en zonas periféricas de las comunas de Medellín y que estarían dispuestos a negociar el desmonte gradual de todas sus células urbanas, señaló la revista Semana.

Mediante un comunicado que llegó en exclusiva a la sala de redacción de la revista, sus integrantes advierten que: “Creemos que este es un momento histórico del país, en el cual podamos concertar un escenario jurídico para que nuestros hombres puedan resolver su situación, teniendo en cuenta que se debe legislar para tal fin”, advierte el comunicado que fue revelado por la revista.

En otro aparte, el comunicado sostiene lo siguiente:

Estamos dispuestos a crear un canal de comunicación y verificación, por medio de la sociedad civil organizada, para generar la confianza entre las partes y poder crear una mesa de concertación para una agenda de paz con nuestros voceros, que termine en un proceso de diálogo para llegar a un acuerdo, que facilite dejación de armas y reintegración a la vida civil”, sugiere.

A la Oficina de Envigado se la relaciona con Pablo Escobar y la reorganización del hampa en Medellín, además de servir para la expansión de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dando origen a estructuras paramiliatres por todo el oriente antioqueño y la zona norte del país, apunta la publicación.

En la actualidad, se cree que esta organización criminal no opera como un cuerpo unificado, pero algunas voces sostienen que sí existe una “dirección colegiada”  que surgió después de la extradición de alias ‘Don Berna’, indica la revista.

Medellín vive una situación favorable, pese a que el dominio de los combos se ha concentrado en la extorsión a comerciantes, negocios, pequeñas empresas y trabajadores, pero con una reducción en el número de asesinatos que en los años 90 alcanzó la cifra de 7.000 homicidios por año, resalta Semana.

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