37 científicos del EAT Lancet realizaron esta investigación que encontró que cambiando los hábitos alimenticios de las personas se podría lograr que el planeta reduzca los índices de contaminación y aumenten las expectativas de vida.

Según explicó BBC Mundo, la idea es que las personas reduzcan el consumo de carne roja: se podrían comer una hamburguesa a la semana o máximo un bistec al mes. Si esto se hace difícil, la persona podría porcionar la cantidad ya mencionada en un mes.

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Como una mejor opción, se podría conseguir la proteína aportada por la carne en productos de origen vegetal. En este caso, las nueces y legumbres son la mejor alternativa: fríjoles, garbanzos y lentejas.

Además, los investigadores recordaron el hecho de que las frutas y verduras deben ocupar la mitad de cada plato del día. También recordaron que el consumo de papa y yuca se debe reducir.

Pese a lo que muchas personas piensen, los vegetales, las frutas, las legumbres y los frutos secos dan la oportunidad de crear una infinidad de platos, por lo tanto no habrá monotonía. Será una alimentación saludable, flexible y agradable.

La organización ya mencionada agregó que con este cambio el daño al planeta sería menor, pues al no tener productos procesados se reduciría el uso de plásticos y la emisión de gases de efecto invernadero también será menor.

Con esta dieta no solo mejoraría el estado de salud de las personas y la condición del planeta, sino que se estimularía la producción agrícola.

Aquí está una explicación hecha por el Huffington Post: