Sobre la relación entre el exgobernador de Antioquia y la excanciller colombiana, de la que el país se enteró por rumores de medios, Samper Ospina asegura en su columna que constituye “la unión final del Partido Verde con el santismo, una opción de centro tan ganadora como romántica” a la que le “falta un padrino costeño de Cambio Radical”.

En su sátira involucra al senador Gustavo Petro, porque el columnista dice que cree en Fajardo y en Holguín debido a que es “fervoroso partidario” de la política del amor, “incluso antes de que Petro la inventara (así como también inventó la flauta traversa del niño que se robó el show en el concierto de André Rieu, para no hablar de la salud pública, la vivienda de interés social, el fuego y la rueda […])”.

Sergio Fajardo

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Pero, ¿qué hizo que Fajardo se enamorara de Holguín, y que ella se prendara de él? Según Samper Ospina, a la excanciller le bastó el saludo “‘Hola, ¿cómo estás?’ de niña del Gimnasio Femenino” para cautivar al líder paisa.

Y Fajardo la volvió loquita con su “aspecto de universitario de los años noventa” con “aquellas mechas largas, esos bluyines de marca, la camisa remangada, el cuaderno Jean Book, en fin, que abraza recostado en su Sprint mientras espera a que ella salga de clases”. Eso, sigue el columnista “causó estragos en el corazón de la excanciller”.

Samper Ospina, incluso, pinta la forma en que Fajardo se robó definitivamente el corazón de Holguín en medio de una escena cursi en la que ella luce tonta por el amor, pero que podría desembocar en un matrimonio con tintes políticos.

“La conquistó en Nuquí, cuando la llevó a ver ballenas en un paseo familiar”, escribe Samper Ospina, y recrea el siguiente diálogo de ficción:

—¡Mira esas de allá! —exclamó María Ángela emocionada.

—Esas son mis tías Maruja y Marta —le advirtió Sergio—; para ver las ballenas hay que arrancar en la lancha.

Pese a eso, “desde entonces han vivido un romance más caliente que tibio que, permítanme soñar, a lo mejor acabe en nuevas nupcias”, que se imagina así:

“Los novios entrarán a la iglesia pisando la alfombra roja que el Gobierno desplegó en la frontera [para recibir a Juan Guaidó]. La novia irá vestida del color del voto de él: de blanco, en un hermoso vestido comprado en una boutique de Silvia Tcherassi atendida por el presidente Duque en persona. Él se pondrá sus bicicleteros negros. Petro se quejará por Twitter de que no lo invitaron”.