Aunque al lado de su voluptuoso cuerpo, sus sensuales movimientos y (en varios posteos en esa red social) su escasa ropa, nadie garantiza que se les preste verdadera atención a una tilde o a una coma, ella hace esta apuesta y ya supera los 23.000 seguidores.
En realidad, por sus atributos, Rompower (esa es su cuenta en Instagram) no necesitaría ningún pretexto adicional para conseguir seguidores y clics. El idioma español le termina debiendo algo a esta bella mujer que además de atraer las miradas hacia su figura las lleva a los consejos y explicaciones que da sobre cómo escribir bien. Algo ha de quedar.
La estrategia de lo que ‘enseña’ es sencilla: toma un texto (una expresión o algo escrito) y le pone un botón SOS con el fin de advertir que está mal dicho o mal redactado. Debajo, precedido de un visto bueno, escribe la expresión correcta. Punto.
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Llama la atención dos constantes en los videos que graba: lo hace en espacios abiertos, especialmente parques, y en frente de hombres, en la mayoría de los casos adultos mayores. Por allí pasa bailando sensualmente o trotando.
Y en los posteos establece sugerentes conversaciones con quienes la siguen. Ante semejante desparpajo, no deja de rondar la pregunta ¿qué podrá pensar de esta forma de difundir el idioma la acartonada Academia Española de la Lengua?
Aquí están algunas de sus lecciones. ¡Mucha atención! Para que sean efectivas, no hay que distraerse con el paisaje:
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