La investigación, titulada ‘The Effect of Dogs on Human Sleep in the Home Sleep Environment’ y publicada en Mayo Clinic Proceedings, incluyó la participación de 40 adultos sanos y sin trastornos de sueño, y a sus perros mayores de 6 meses de edad.

Los dueños y sus caninos usaron dispositivos para medir la actividad corporal en horas de sueño, durante 7 días. Además, los amos respondieron diversas preguntas acerca de su calidad de sueño y el lugar en el que sus perros durmieron cada noche.

Los científicos concluyeron que la presencia de los perros en la habitación a la hora de dormir no interfiere con la calidad del sueño, como en varias oportunidades se ha asegurado. Sin embargo, si el perro duerme sobre la cama o fuera de esta, sí influye un poco con la eficacia del descanso.

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Los participantes que durmieron con sus perros en la habitación (no en la cama) mantuvieron un 83% de eficacia de sueño, a diferencia de quienes durmieron con sus mascotas sobre la cama, que alcanzaron un 80% de eficacia de sueño, pues despertaron más durante la noche, destaca la revista Time.

Para el doctor Lois Krahn, líder de la investigación, el hecho de tener un perro o un gato ronroneando a la hora de dormir puede funcionar como “relajante” y “conciliador del sueño”, y, por lo tanto, un gran beneficio para dormir de manera más rápida.

“La mayoría de personas asume que dormir con mascotas significa interrumpir el sueño. Concluimos que las personas encuentran confort y seguridad al dormir con sus mascotas. La relación de la gente y sus animales ha cambiado con el tiempo, lo cual es probablemente el motivo por el que muchas personas duermen con sus mascotas en el cuarto. Ahora, los dueños de mascotas pueden encontrar comodidad sabiendo que ellas no afectarán negativamente su sueño”.

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