En 2015, en el mundo 107,7 millones de niños y 603,7 millones de adultos sufrían de obesidad, determinaron los autores de este trabajo publicado en la revista médica estadounidense New England Journal of Medicine y presentado en una conferencia en Estocolmo.

Aunque la incidencia de la obesidad en los niños es menor que en los adultos, su aumento ha sido más rápido en este periodo de 35 años, precisan los autores del informe.

Un índice de masa corporal elevado (IMC, peso dividido por la estatura al cuadrado), superior a 24,5, indica un sobrepeso, y a partir de 30 se habla de obesidad.

Se estima que cuatro millones de muertes en el mundo estuvieron vinculadas al sobrepeso en 2015, de las cuales el 40 % correspondería a personas no consideradas obesas.

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Más de dos tercios de estas muertes tenían un IMC elevado, factor responsable de enfermedades cardiovasculares cuyo aumento es igualmente notable desde 1990.

Los resultados de este estudio, que abarca 195 países y territorios, muestran “una crisis creciente y preocupante de la salud pública a nivel mundial”, señalan los autores.

“Las personas que no prestan atención al aumento de peso asumen los riesgos y peligros: corren el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular, diabetes, un cáncer y otras patologías que pueden poner su vida en peligro”, advirtió el doctor Christopher Murray, director del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington de Seattle (noroeste), uno de los coautores de este estudio.

AFP

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