El diagnóstico de 2014 era que el niño tenía epilepsia refractaria, es decir, una variante de la enfermedad cuando no responde al tratamiento con los medicamentos tradicionales. Este desorden neurológico hace que a menudo se presenten convulsiones, que vienen acompañadas de espasmos y pérdida de conocimiento sin previo aviso. En el caso de Otto, el menor presentaba 50 crisis epilépticas al día recién fue diagnosticado (no todas las crisis son convulsiones, explica la madre).

Hoy, un examen médico del cerebro del niño no detecta signos de la enfermedad, luego de 3 años de tratamiento.

“Fuimos a muchos médicos y le dimos a Otto muchos medicamentos tradicionales, muy fuertes y muy terribles (por los efectos colaterales)”, dice Laura Hernández Romero, la mamá de Otto, en una entrevista para Telemedellín.

Hernández explica que para niños con el nivel de la enfermedad de su hijo, los medicamentos químicos solo funcionan en el 70 % de los casos. Como es de suponer, el pequeño Otto estaba en el 30 % a quienes los remedios no los alivia, que suman unos 15 millones de personas en todo el mundo.

Así, los padres decidieron intentar con soluciones alternas y encontraron el caso de una niña en EE. UU. que había dejado de convulsionar gracias al tratamiento con canabis.

Luego de contactar a la madre de Charlotte, la niña estadounidense, Otto comenzó el tratamiento con canabis en forma de gotas y acompañamiento médico; sus padres notaron que el primer día el niño pasó de 50 crisis epilépticas a tan solo 10.

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En la actualidad, al niño se le suministran 2 gotas de canabis cada 8 horas y se le están dejando de dar los medicamentos tradicionales. El tratamiento también se complementa con una dieta especial, baja en hidratos de carbono, conocida como cetogénica.

Pero más allá del alivio casi inmediato que el tratamiento le trajo al niño, recientemente su mamá publicó en su cuenta de Facebook otra buena noticia: un examen del cerebro de su hijo muestra que hay actividad normal para su edad y que los signos de la epilepsia desaparecieron.

A este respecto, la madre es cauta y dice que hay que esperar: “No sabemos aún las implicaciones de esta noticia”, comenta Hernández Romero, quien en la actualidad vive en Medellín.

Las razones para la cautela es que los médicos neurólogos nunca hablan de cura de la epilepsia, sino de una “remisión de la enfermedad”. La madre insiste en que parte de la mejoría de su pequeño tiene que ver con la dieta, que es completamente natural y también se le atribuyen buenos resultados en pacientes con epilepsia.

Este es el video del testimonio:

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