Lian Yesed fue el nombre que eligió Yisley Jaraba para su hijo que nació macrosómico, término para describir a los bebés que nacen con peso o altura excesivos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños con macrosomía fetal tienen un gran riesgo de morir antes de nacer. Es cuatro veces mayor que los recién nacidos de peso adecuado, en especial cuando rodean las 35 semanas.

Por fortuna, “Lian no tuvo ninguna complicación al momento de su nacimiento” y tiene un “buen patrón respiratorio”, pero “es importante tenerlo en la Unidad de Cuidados Intensivos con el fin de hacer seguimiento de parámetros como glicemia y hemograma” según le aclaró el ginecólogo Yerson García a El Heraldo.

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“También tienen una frecuencia mayor de parto instrumental, distocia de hombros, sufrimiento fetal agudo intraparto, depresión neonatal y secuelas neurológicas. Estos niños tienen una peor adaptación a la vida extrauterina”, explica la OMS.

“Lo importante es que la pelvis de la madre estaba en condiciones óptimas para el parto natural”, agregó García a El Heraldo. La abuela materna del niño, Bersais Rodríguez, aseguró que su hija “tuvo un buen embarazo. Comía bien y, de hecho, trabajó todo el tiempo. Nunca se quejó de nada fuera de lo común”, según le dijo al diario.

Esta condición es más frecuente por la genética, cuando hay antecedentes de bebés grandes en la familia. De hecho, la abuela del niño recordó que su hija “fue así de grandota” y que también la parió “de forma natural”. “Cuando a mí me sacaron a mi hija, dije: “¡Dios mío, yo tenía ahí era un elefante!, añadió en ese medio.

 

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