No les dicen “los terribles dos” por nada. A esta edad los niños tienden a explorar más, copian todo lo que ven en su entorno, deciden qué es lo que quieren comer y a qué hora lo quieren hacer. Además, hacen pataletas casi a diario.
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Aunque son más autónomos esto no significa que sus mamás puedan bajar la guardia. Por eso salimos a la calle a preguntarle a ellas qué hacen cuando tienen un tiempo a solas.
Lo que encontramos fue que, aunque quieren dormir cinco minutos más, hacer ejercicio, ver películas o salir con sus amigos, siempre quieren estar cerca de sus hijos para disfrutar cada etapa de su desarrollo.
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