Luego de que la diabetes que sufría se complicara, la mujer perdió el sentido de la vista, y con este, sus ganas de seguir viviendo. Para sorprenderla y devolverle el gusto por recorrer el campo, su esposo decidió sembrar un jardín gigante que cubriera todo el terreno con flores ‘Phlox sulubata’.

El proceso duró más de 2 años, en los que el hombre de apellido Kuroki se dedicó a llenar su jardín con la planta que decora el espacio y además lo ambienta con un olor delicado y sutil, informó Mental Floss. Así, logró sacar a su esposa del encierro en el que se sentía más cómoda.

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Aunque la historia sucedió hace 10 años, ha vuelto a tomar vigencia por la cantidad de turistas que atrae este romántico jardín.

Desde entonces, la mujer no teme pisar los campos y pasar horas rodeada de un agradable olor en compañía de su amado esposo. Además, Mental Floss asegura que cada día se acercan alrededor de 7 mil turistas y locales que se ven atraídos por el colorido y aromatizado terreno.

De acuerdo con Genial, la pareja se mudó a aquella granja de lácteos ubicada en Japón en 1956 luego de contraer matrimonio. Allí, tuvieron y criaron a sus 2 hijos y al parecer, pasarán allí el resto de sus vidas rodeados de coloridas flores moradas y un olor sin igual que representa el infinito amor que el hombre tiene por su pareja.

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