En un reciente informe de El Botiquín se dio a conocer esta nueva problemática que afecta más que todo a las mujeres entre los 17 y 24 años de edad.

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“Los jóvenes no se preocupan por ingerir alimentos que funcionan como una especie de amortiguador en el estómago. De esta forma, el alcohol se absorbería de forma más lenta”, señaló el psicólogo clínico Alejandro Aguirre Reyes  al medio.

Si consumir alcohol ya es de por sí una amenaza para la salud, hacerlo mientras se tienen problemas de alimentación lo convierte en algo peor. Según el medio, la ingesta de etanol acelera la aparición de enfermedades hasta en un 60% del organismo y más en el caso de las mujeres.

Los estereotipos han hecho que la apariencia física se convierta en una preocupación constante. Cuando se es joven las fiestas son el tema principal de los fines de semana, por esto, el psicólogo dijo:

La obsesión por estar delgado y la aceptación social del alcohol han extendido peligrosamente este hábito, que se ha puesto de moda sobre todo entre las chicas”.

Como asegura el especialista las consecuencias de este trastorno son peores. La Ebriorexia hace que los problemas mentales se conviertan en complicaciones irreparables, porque se produce un deterioro neuronal severo.

“Es fundamental alertar y dar a conocer este trastorno de la conducta alimentaria a la población ya que es una enfermedad poco conocida, que se padece en silencio y es difícil de identificar por el entorno”, recomendó el especialista.

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