Se trata de dos de los quesos de Italia más conocidos en el mundo, el parmesano y el grana padano.

La organización Compasión en las Granjas (CIWF) difundió un documental con imágenes que aseguró habían sido filmadas recientemente en nueve granjas en el valle del Po, en Italia, en las que se puede ver las condiciones “terribles” en las que viven las vacas, hacinadas en medio de sus propios excrementos.

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Con ese documental la organización lanzó la campaña #notinmypasta (noenmipasta), destinada a presionar a los productores de esas dos variedades de queso, protegidas por una denominación de origen, para que introduzcan mejoras de las condiciones de vida en las granjas, donde se estima que hay medio millón de vacas cuya leche representa un negocio de unos 5.000 millones de euros anuales.

“Lo que demuestran nuestros investigadores es la miseria de la vida diaria en una granja”, explicó Emma Slawinski, directora de campañas de CIWF.

Las vacas “están desnutridas, exhaustas, tratadas como máquina de producir leche, sufriendo solo para que nosotros podamos añadir queso a nuestra pasta”, explicó.

“Los quesos parmesano y grana padano tienen el sello ‘gran calidad’, pero eso está muy lejos de la realidad de las vacas. Llegó el momento de devolver a esos animales a la tierra a la que pertenecen”, añadió.

Un portavoz de la asociación de productores de Parmigiano Reggiano reconoció que actualmente no hay medidas específicas para la situación de los animales porque “eso no es algo que tenga impacto en la calidad del producto”, pero aseguró que los productores van a introducir directrices al respecto.

Con AFP