Desde hace ocho años es vegetariana, al igual que toda su familia. Sin embargo, no son estrictos con la dieta, pues ella asegura que la clave es mantener el balance.

El artículo continúa abajo

Desayuno

  • Jugo verde de verduras y frutas: acelga, espinaca, brócoli, sábila, pepino, jengibre, hierbabuena, manzana, piña y limón.
  • Porción de papaya, para mejorar la digestión.
  • Una arepa, porción de pan integral o un plato de cereales que incluya chía, quinua, frutos secos y semillas de cáñamo.
IStock

Almuerzo

  • Puede ser con quinua, lentejas, garbanzos o pastas integrales.
  • Vegetales cocidos o una gran porción de ensalada fresca.
IStock

Cena

  • Debe incluir verduras o sopas de verduras, que acompaña con arroz integral o quinua.
  • Lo importante es variar la preparación de los platos para no aburrirse.

Paola recomienda evitar las comidas procesadas y tomar ‘snacks’ saludables, como barras de proteína o de cereales. Las crispetas son su debilidad y las consume a diario.

IStock

 

LO ÚLTIMO